HOUSTON (enviado especial).- Hay dos ciudades aquí.
La de los 40 grados (o más) que tritura cualquier cosa que esté sobre el asfalto y la de los enormes espacios horizontales de cemento que ofician de refugio refrigerado, ya sea un supermercado, un hotel o un simple local de telefonía.
Todo es amplio, todo es lejano y chato y aparatoso en este lugar del mundo, donde también existe una especie de conurbano de pickups, casas tapiadas y otras que albergan acumuladores y sus circunstancias, o expertos en barbacoa, con ahumadores que funcionan las 24 horas y carnes que se tiernizan hasta el límite de lo posible.
Todos los colores en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, usina energética mundial y símbolo para quienes siempre soñaron con viajar al espacio..